Somos lo que leemos: las lecturas que nos abrieron nuevos horizontes, los libros a los que siempre volvemos y también las que abandonamos.
Nos definen nuestros libros. Y todos aquellos con los que los compartimos: los amigos con los que evocamos lo leído, los que nos descubren obras y autores…
En torno a nuestras bibliotecas tejemos una red.
Presentamos aquí una pequeña parte de la red que Antonio Fernández Molina tejió con sus amigos y colegas.
La exposición presenta una selección de libros de la biblioteca de Fernández Molina dedicados por sus autores.
Las obras han sido cedidas por la familia Fernández Molina para esta ocasión. Hacemos aquí público nuestro sincero agradecimiento.
Los hemos agrupado en torno a algunas de las múltiples facetas de ese poeta multiplicado que fue Antonio Fernández Molina y las hemos acompañado con una selección de sus obras.
La Oficina Poética Internacional recuerda su llegada a Zaragoza, la acogida de Miguel Labordeta, su participación y su impulso a la OPI
En tierras de Aragón testimonia sus más de veinte años entre escritores aragoneses.
Los poetas. En Platos de amargo alpiste, escribió Fernández Molina: «Aunque hubiera querido apartarme, poesía, me tuviste bien amarrado».
Estas dedicatorias manifiestan su constante dedicación a la poesía. Encontramos entre ellas a los amigos y colegas postistas, a los poetas de la generación del 36 y del 50.
Los papeles literarios nos acerca al Fernández Molina crítico literario, fundador de Doña Endrina, director de Almunia, redactor de Despacho Literario, secretario de redacción de Papeles de Son Armadans.
De nacionalidad, literatos, editores, libreros nos presenta a los amigos de fuera, a los de aquí y a los que dejaron España. De Venezuela, México, Paris, Portugal, Madrid o Zaragoza todos hicieron de los libros y la literatura su casa.
La poesía de la pintura nos muestra al Antonio Fernández Molina creador y crítico de arte.
Antonio Fernández Molina en la Biblioteca ofrece una selección de su obra.
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