El huevo de la tristeza
Desde las más altas azoteas seguí mi ascenso. La escalera me llevó al sótano.
–Esto será el sótano superior, el sótano de las nubes –dije.
–De ningún modo. Es el sótano, sótano. El sótano de los cimientos, lleno de humedad y poblado de cucarachas.
–Pero yo he llegado subiendo desde la azotea.
–Eso sí. Desde la azotea se llega al sótano. Es evidente.
–No lo entiendo.
–No importa. Además, atente a la realidad. Es la única que cuenta.
Desde el sótano quise llegar al primer piso. Pero un gran temor me impidió avanzar.
Entonces comenzó a crecer, hasta alcanzar el tamaño de la habitación, el huevo de la tristeza.
Su forma me permite permanecer agazapado en un rincón donde el huevo no llega a aplastarme.
Incluido en La vida caprichosa, de Antonio Fernández Molina
© Herederos de ANTONIO FERNÁNDEZ MOLINA
La vida caprichosa. Antología de cuentos y relatos. Libros del Innombrable, Zaragoza: 2003. Prólogo de J. N. Dargelos. ISBN: 84-95399-44-X.
Para más información sobre La vida caprichosa:
Librería Moderna
ResponderEliminarLa lectura es una actividad fundamental para el desarrollo intelectual y emocional de las personas. A través de ella, podemos adquirir conocimientos, ampliar nuestro vocabulario, mejorar nuestra comprensión lectora y estimular nuestra imaginación. Además, la lectura nos permite viajar a otros mundos y conocer diferentes culturas, lo que nos ayuda a ser más tolerantes y empáticos con los demás. Por eso, es importante fomentar la lectura desde temprana edad y hacer de ella un hábito en nuestra vida diaria.