Está el abuelo bien situado
frente a un espejo
y con la niebla delante de sus ojos
y de su pensamiento,
y no se reconoce. Medita
si no verá la faz de algún paisano
sin recordar de quién.
Nada comenta porque sabe cómo
bien a menudo, la palabra,
dormida en la garganta
hace muy buen papel.
Mientras el viejo calla,
dispuestos a pintar su fiel retrato,
preparamos el lienzo,
colores y pinceles.
Sobre un fondo amarillo luminoso,
tiene un surco presente entre las cejas,
destacados detalles en el rostro,
y sombras en los sitios oportunos.
Testimonian de los años de brega,
señales acusadas de labores
de la recolección, de la vendimia…
Y al fin, es el retrato la verídica
máscara fiel de la epopeya
que el anciano ha vivido
en el amplio escenario
de la meseta y de los montes,
entre el cielo y la tierra.
frente a un espejo
y con la niebla delante de sus ojos
y de su pensamiento,
y no se reconoce. Medita
si no verá la faz de algún paisano
sin recordar de quién.
Nada comenta porque sabe cómo
bien a menudo, la palabra,
dormida en la garganta
hace muy buen papel.
Mientras el viejo calla,
dispuestos a pintar su fiel retrato,
preparamos el lienzo,
colores y pinceles.
Sobre un fondo amarillo luminoso,
tiene un surco presente entre las cejas,
destacados detalles en el rostro,
y sombras en los sitios oportunos.
Testimonian de los años de brega,
señales acusadas de labores
de la recolección, de la vendimia…
Y al fin, es el retrato la verídica
máscara fiel de la epopeya
que el anciano ha vivido
en el amplio escenario
de la meseta y de los montes,
entre el cielo y la tierra.
Antonio Fernández Molina
© Herederos de Antonio Fernández Molina
[Poesías Completas III, -Poemas sueltos-, Libros del Innombrable, Zaragoza, 2000].
Sobre Poesías Completas III, de Antonio Fernández Molina:
Sobre el autor:
Comentarios
Publicar un comentario